Tus superpoderes están dentro de ti.
- Sofía Alejandra

- 25 abr 2020
- 4 Min. de lectura

Cuando te haces cargo de ti misma, empiezas a darte cuenta de que los demás son un espejo, son maestros que vienen a tu vida para que puedas sanar. Dejar de ser una víctima y empoderarte, implica que te permitas ser quien realmente eres, con tu luz, con tu oscuridad y con todas tus imperfecciones, implica que empieces a conocerte, que empieces a indagar ¿Quién eres? ¿Qué cosas te suscitan pasión?, ¿Que hace que tú alma y tú corazón vibren de alegría?, ¿Qué cosas no te gustan?, ¿Qué cosas no vas a volver a tolerar a tu vida?
Para poder entablar una relación amorosa contigo debes empezar a escucharte, escuchar tus necesidades y apetencias, si se te antoja una comida rica, ver una película, bailar, dormir, estar en pijama, arreglarte y ponerte linda, o simplemente tener un día de relax y no hacer nada ó dejar de hacer algunas cosas, permítete hacerlo, permítete tener esas experiencias y empieza a agradarte y a conectarte contigo.
Permítete ser autentica y sentir tus emociones, si sientes alegría, vive esa alegría, pero si por el contrario, no tuviste un buen día, te sientes mal, te sientes dolida, te sientes defraudada, usada, o no querida, permítete sentir ese dolor, siente esa emoción en su totalidad, te duele porque tienes apego, porque estas en tu zona de confort y tu alma sabe que quiere salir de ahí, pero tu mente no te deja porque tiene miedo, tiene mucho miedo, miedo al qué dirán, miedo a que no te aprueben, miedo a que te abandonen, miedo a que no te quieran, miedo a que te rechacen. Para salir de ese lugar, te sugiero escribir en un papel todo aquello que venga a tu mente, todas tus emociones, todos tus anhelos truncados, todas tus ilusiones que no se dieron, visualiza a la persona con la que tienes el conflicto y escríbele lo que esperabas, dile lo que sientes, desahógate y libera todos tus sentimientos, si sientes ganas de llorar, gritar o zapatear permítete hacerlo, respira profundo y acógete con toda tu emocionalidad, luego quema ese papel y visualiza como se va el resentimiento, la ira, el rencor y el miedo.
Para poder avanzar y no quedarte estancada en esta etapa de culpabilidad, es importante que recuerdes que eres muy valiente por haber llegado hasta aquí, recuerda que la otra persona es un espejo que te muestra las partes que aún no has sanado, es tú maestro, viene a ayudarte a que tomes las riendas de tu vida, a que te priorices y elijas amarte y respetarte. La otra persona también es cómo tú, también esta aterrado o aterrada, también tiene su niño o niña interior muy herido o herida y también necesita sanar, pero tú no eres responsable de eso, tú eres responsable de acogerte, de sanarte, de amarte, respetarte y aceptarte tal cual eres.
Y para eso es importante que empieces a poner límites, que dejes de escuchar a esa vocecita que te dice que no puedes, que te vas a quedar sola, que todo es tú culpa, que no te mereces ser feliz. Dios creo cada detalle de ti con mucho amor, él quiere lo mejor para ti, tú así como eres, solo por el echo de existir, eres digna o digno de amor y te mereces lo mejor, lo irónico es que si no reconoces eso, si no empiezas por amarte, por respetarte, por mimarte y decirte cosas bonitas, por agradarte, validarte y complacerte, nadie va a venir a hacer eso por ti. Empieza a decir No a lo que no quieres, para manifestar lo que realmente deseas, el mayor regalo que te puedes dar es ser plenamente tú, aceptando tu luz y tu oscuridad.
Cuándo empiezas a priorizarte y hacerte cargo de ti mismo, tu corazón y tu alma se empiezan a llenar de amor y de seguridad, sientes que no pueden vencerte y que no pueden hacerte daño porque ya no dependes de la validación y aceptación de los demás, sientes que eres heroína y que puedes hacer cosas que antes ni soñabas con hacerlas, te das cuenta de tu potencial, te valoras, es como una especie de magia, ya no eres incompleta, te encontraste y estás sanando, te estás reconstruyendo, cuando te ves en el espejo te empiezas a sonreír, cambia tu dialogo interno y ahora te apruebas y valoras cada logro cumplido, sabes que haces todo lo que puedes, ya no te juzgas tanto y procuras no juzgar a los demás, eres más consciente de lo que piensas de lo que sientes y de lo que haces, empiezas a agradecer esos momentos difíciles, empiezas a bendecir a tus maestros porque sin ellos jamás hubieras llegado a donde estás, ves a tu niña interior, ves esa herida que llevaba años ahí y que tu no veías o la querías esconder, te empiezas hacer cargo de ti, te empiezas hacer amiga de tu niña, le mimas, le conscientes, estas ahí para ti. Y luego, sin darte cuenta, tú seguridad y tú amor propio se multiplican exponencialmente, brillas con luz propia, dejas que Dios, el universo y la vida se manifiesten a través de ti, así inevitablemente compartes desde la abundancia ese amor y esa alegría con los demás, ya no eres víctima te transformaste en heroína y sabes que tus poderes están dentro de ti.
Elige sanar tu mente, para dejar de proyectar en el mundo externo los miedos que están en tu interior. Tú puedes reprogramar tu subconsciente, limpiar tus emociones, liberarte de tus pensamientos y creencias limitantes y crear la vida de tus sueños. Recuerda, cuándo la oruga pensó que era su final se transformó en mariposa y empezó a volar.
Con amor
Sofi





Comentarios